PENDUELES

Una pequeña aldea dueña de mis recuerdos…

La elaboración del libro de Pendueles se corresponde con una época en la que sufrí con la enfermedad de la depresión. Una enfermedad que, en mi caso, creo que es una defensa de tu mente ante una situación exterior que no puedes ni admitir ni gestionar. Años duros y de incomprensión, pero no perdidos. Siempre hay algo positivo en cada sufrimiento. La sensibilidad en su grado más hermoso aparece en el interior de las personas que la sufren. No puedo decir que sea una energía positiva, pues es de las más negativas que uno puede experimentar, una espiral hacia lo más negro y profundo, pero se puede canalizar al exterior y reconvertirla. La pena y la tristeza te llevan a recordar momentos de gozo que crees que nunca volverán, a intentar parar el mundo, a combatir el miedo con la soledad, a buscar lugares conocidos que te acojan sin exigirte nada a cambio, a buscar cariño de personas como el que yo encontré en este pueblo donde pasé mis veranos de infancia. Algunas fotos del libro…